Cuando era chica, me sentaba junto a mi mamá mientras tejía; yo jugaba y ella, de a poco, fue enseñandome lo lindo de este arte.

Fue con la llegada de la pandemia y el hecho de tener que quedarnos en casa que, años después, me reencontré con las agujas, las lanas y ese sentimiento con sabor a infancia.

La idea de Gurumi Handmade nació casi sin querer. Lo que hace un tiempo me mantenía jugando, de a poco fue tomando forma, convirtiéndose en un emprendimiento en el que pongo todo de mí, día a día, para que ustedes reciban sus pedidos con la misma ilusión y el mismo amor que pongo al "jugar".

Cada muñeco, cada prenda y cada artículo decorativo llevan consigo una partecita mía. Hoy no puedo estar más feliz de haber empezado este camino que se volvió parte fundamental de mi vida.

Gracias a todos y cada uno de ustedes por formar parte de esta historia que se sigue escribiendo...